martes, 6 de diciembre de 2016

RUT. ÍNDICE.


RUT. CAPÍTULO 4.

La boda (Dt 25,5-10)

41Boaz, por su parte, fue a la plaza del pueblo y se sentó allí. En aquel momento pasaba por allí el pariente del que había hablado Boaz. Lo llamó:
-Oye, fulano, ven y siéntate aquí.
El otro llegó y se sentó.
2Boaz reunió a diez concejales y les dijo:
-Sentaos aquí.
Y se sentaron.
3Entonces Boaz dijo al otro:
-Mira, la tierra que era de nuestro pariente Elimélec, la pone en venta Noemí, la que volvió de la campiña de Moab. 4He querido ponerte al tanto y decirte: <<Cómprala ante los aquí presentes, los concejales, si es que quieres rescatarla, y si no, házmelo saber; porque tú eres el primero con derecho a rescatarla y yo vengo después de ti>>.
El otro dijo:
-La compro.
5Boaz prosiguió:
-Al comprarle esa tierra a Noemí adquieres también a Rut, la moabita, esposa del difunto, con el fin de conservar el apellido del difunto en su heredad.
6Entonces el otro dijo:
-No puedo hacerlo, porque perjudicaría a mis herederos. Te cedo mi derecho; a mí no me es posible.
7Antiguamente había esta costumbre en Israel, cuando se trata de rescate o de permuta: para cerrar el trato se quitaba uno la sandalia y se la daba al otro. Así se hacían los tratos en Israel.
8Así que el otro dijo a Boaz:
-Cómpralo tú.
9Se quitó la sandalia y se la dio. Y entonces Boaz dijo a los concejales y a la gente:
-Os tomo hoy por testigos de que adquiero todas las posesiones de Elimélec, Kilión y Majlón de manos de Noemí, 10y de  que adquiero como esposa a Rut, la moabita, mujer de Majlón, con el fin de conservar el apellido del difunto en su heredad, para que no desaparezca el apellido del difunto entre sus parientes y paisanos. ¿Sois testigos?
11Todos los allí presentes respondieron:
-Somos testigos.
Y los concejales añadieron:
-¡Que a la mujer que va a entrar en tu casa la haga el Señor como Raquel y Lía, las dos que construyeron la casa de Israel! ¡Que tengas riquezas en Efrata y renombre en Belén! 12¡Que por los hijos qu el Señor te dé de esta joven tu casa sea como la de Fares, el hijo que Tamar dio a Judá!
13Así fue como Boaz se casó con Rut. Se unió a ella; el Señor hizo que Rut concibiera y diese a luz un hijo.
14Las mujeres dijeron a Noemí:
-Bendito sea Dios, que te ha dado hoy quien responda por ti. El nombre del difunto se proclamará en Israel. 15Y el niño te será un descanso y una ayuda en tu vejez; pues te lo ha dado a luz tu nuera, la que tanto te quiere, que te vale más que siete hijos.
16Noemí tomó al niño, lo puso en su regazo y se encargó de criarlo. 17Las vecinas le buscaban un nombre, diciendo:
-¡Noemí ha tenido un niño!
Y le pusieron por nombre Obed. Fue el padre de Jesé, padre de David.
18Lista de los descendientes de Fares: Fares engendró a Jesrón, 19Jesrón engendró a Ram, Ram engendró a Aminadab, 20Aminadab engendró a Najsón, Najsón engendró a Salma, 21Salma engendró a Boaz, Boaz engendró a Obed, Obed engendró a Jesé y Jesé engendró a David.

Explicación.

Cambia la escena con fuerte contraste. Del amor y lealtad pasamos a la ejecución legal, de la noche a solas pasamos a una escena coral. El asunto de una familia interesa y compromete a todos los vecinos, que barruntan algo trascendental. Un coro de hombres en la boda y uno de mujeres en el nacimiento del primogénito proyectan el suceso hacia un futuro glorioso.
4,1-2 Es el lugar donde se resuelven los asuntos públicos. La gente se sienta en el suelo; los ancianos actúan como concejales y notarios. Fulano es a Boaz lo que Orfá es a Rut. Se plantea la segunda elección decisiva.

4,3-4 Se trata de un terreno familiar, que ha de quedar dentro de la gran familia o clan. El derecho y deber de rescate estaba escalonado según relaciones precisas de parentesco. No es cuestión de precedencia temporal en la asamblea.

4,6 Estando en uso la poligamia, es fácil que el pariente primero de la lista ya esté casado. Ahora bien, el campo comprado quedará a nombre de Elimélec, para el hijo que nazca del nuevo matrimonio. Por tanto, el dinero de la compra se sustrae a los bienes hereditarios del comprador y de sus hijos habidos de otra mujer. Para un campesino avezado es fácil calcular los intereses de la familia.

O sea, que la inserción de la mujer en el trato complica los cálculos económicos. El espíritu de la ley, que pretende fomentar la solidaridad, puede entrar en conflicto con la letra de la ley. Pero ¿dónde se legisla esa vinculación entre nuera y el terreno? Podría ser un acto de jurisprudencia o ley consuetudinaria. En el plano simbólico es bien conocida la vinculación entre tierra y esposa (p. e. Os 2,23-25; Is 62,4; Eclo 40,19).

4,7 Esta nota erudita delata la distancia del narrador de los hechos narrados o de la época fingida. Dt 25,9 explica en otros términos el uso de la sandalia.

4,9 Mac 1,7 par.

4,10 La declaración de Boaz sintetiza la finalidad del acto. En clave simbólica: los judíos vueltos del destierro han de perpetuar el nombre de Israel en la tierra que es heredad del pueblo. Pero no con los métodos de Esdras y Nehemías.

4,11 Raquel y Lía eran las dos hermanas, esposas de Jacob, que dieron a luz a los doce antepasados del pueblo. Se sobreponen tres casas: Casa-Pan (Bet Lehem), la casa hogar de Boaz, la Casa de Israel. Y Rut, la moabita, es preconizada como nueva matriarca. Cada hogar israelita representa en pequeño la gran Casa de Israel, cada madre israelita tiene algo de matriarca. Los judíos siguen pronunciando hoy esta bendición.

4,12 Tamar es otro caso de levirato. Fue primero esposa de dos hijos de Judá. De sus relaciones con el suegro nacen dos gemeos, uno de los cuales se llamaba Fares.

4,14-15 La bendición de las mujeres es más efusiva; se dirige a Noemí, no a Rut. ¿Por qué las mujeres se olvidan de los novios y agasajan a Noemí? ¿Por qué a ella le asignan el hijo? Lógicamente, el goel lo es de Rut, el apellido, de Quilión, el hijo, de Boaz. En el plano simbólico rige otra lógica. Noemí es la viuda fiel a la memoria del marido, de un marido que se llama M-Dios-es-Rey. Noemí representa a la comunidad menesterosa de Israel, que sigue fiel a su Señor y rey, el cual, como enseña reiteradamente Is 40-55, es el goel de la comunidad y hará que ésta tenga descendencia. Con un nieto penetra Noemí en la tercera generación: "que veas a los hijos de tus hijos. ¡Paz a Israel!" (Sal 128,6).

4,16 Gesto de cariño y de cuidado (cfr. Nm 11,12), quizá gesto legal de adopción.

4,17 Que las vecinas escojan e impongan el nombre al niño parece una intrusión en la competencia del padre y de la madre. Además el contexto no justifica el nombre escogido: Obed = Siervo. Podría ser abreviatura de Abdiel o Abdías, correlativo de Elimélec, a saber: Siervo de Dios - Mi Dios es Rey. Pero esta explicación no pasa de especulación. Se puede sospechar que el relato original llevaba otro nombre y que alguien lo sustituyó para enganchar la genealogía de David.

4,18-21 Que David pertenezca al relato se muestra en muchos indicios. La lista genealógica parece adición. La genealogía detallada se encuentra en 1 Cr 2,5-15.


RUT. CAPÍTULO 3.

La noche en la era

31Un ´día su suegra le dijo:
2-Hija, tengo que buscarte un hogar donde vivas feliz. Resulta que Boaz, con cuyas criadas has estado trabajando, es pariente nuestro. Esta noche va a aventar la parva de cebada. 3Tú lávate, perfúmate, ponte el manto y baja a la era. Que no te vea mientras come y bebe. 4Y cuando se eche a dormir, fíjate dónde se acuesta; vas, le destapas los pies y te acuestas allí. Él te dirá lo que has de hacer.
5Rut respondió:
-Haré todo lo que me dices.
6Después bajó a la era e hizo exactamente lo que le había encargado su suegra.
7Boaz comió, bebió y le sentó bien. Luego fue a acostarse a una orilla del pez de cebada. Rut se acercó de puntillas, le destapó los pies y se acostó.
8A medianoche el hombre sintió un escalofrío, se incorporó y vio una mujer echada a sus pies.
9Preguntó:
-¿Quién eres?
Ella dijo:
-Soy Rut, tu servidora. Extiende tu manto sobre tu servidora, pues a ti te toca responder por mí.
10Él dijo:
-El Señor te bendiga, hija. Esta segunda obra de caridad es mejor que la primera, porque no te has buscado un pretendiente joven, pobre o rico. 11Bien, hija, no tengas miedo, que haré por ti lo que me pidas; pues ya saben todos los del pueblo que eers una mujer de cualidades. 12Es verdad que a mí me toca responder por tí, pero hay otro pariente más cercano que yo. 13Esta noche quédate aquí, y mañana por la mañana, si él quiere cumplir su deber familiar, que lo haga enhorabuena; si él no quiere, lo haré yo, ¡vive Dios! Acuéstate hasta la mañana.
14Ella durmió a sus pies hasta la mañana, y se levantó cuando la gente todavía no llega a reconocerse (pues Boaz no quería que supiesen que la mujer había ido a la era).
15Boaz le dijo:
-Trae el manto y sujeta fuerte.
Le midió seis medidas de cebada, la ayudó a cargarlas y Rut volvió al pueblo. 16Al llegar a casa de su suegra, ésta le preguntó:
-¿Qué tal, hija?
Rut le contó lo que Boaz había hecho por ella, 17y añadió:
-También me regaló estas seis medidas de cebada, diciéndome: <<No vas a volver a casa de tu suegra con las manos vacías>>.
18Noemí le dijo:
-Estate tranquila, hija, hasta que sepas cómo se resuelve el asunto; que él no descansará hasta dejarlo arreglado hoy mismo.

Explicación.

Está para acabar la siega de la cebada y llega el tiempo de aventar. Los aldeanos se tumban en sus respectivas parvas, cubiertos con una manta contra el relente. Uno vela y da la alarma cuando se alza el viento. Los labradores y sus criados empuñan las horcas y van lanzando al aire el grano trillado para que el aire aleje la paja. Es posible que el hombre rico duerna en su parva aparte, dejando el trabajo a los braceros.

Noemí aprovecha la sazón para su oficio de casamentera. Tiene un plan anómalo y peligroso. Lo normal habría sido hablar con Boaz, recordándole su obligación. Le parece más seguro precipitar lo que ha visto madurar: Rut, sin intermediarios, hablará con más persuasión. Las intenciones de Noemí no son "románticas", según una mentalidad moderna, sino interesadas, calculadas. No pretende la deshonra de la nuera ni quiere comprometer con un desliz al que quiere por yerno. Desea enfrentarlo con la decisión final. Durante la cosecha se ha mostrado Boaz amable y generoso; hora es de que dé el ultimo paso, como lo pide la ley. A Rut le pide Noemí que cumpla las instrucciones sin escrúpulos.

El relato de esta noche junta sugestión con ironía. Me refiero a la ironía del narrador respecto a los lectores (este capítulo se saltaba en las lecturas públicas monacales). Acumula expresiones de posible sentido sexual, azuza la expectación del lector y al final le hace saber que no ha pasado nada. Baño y perfume son como los de la novia el día de la boda (Ez 16,9; es el recurso de Jdt 10); el verbo "acostarse" reiterado; el doble sentido de "pies", eufemismo corriente; el acompañar la cena bebiendo vino (Jdt 12, 17-20); el escalofrío o estremecimiento del hombre dormido. ¿Qué falta? -Falta todo, señores, aquí no ha pasado nada.

La noche y la era: dos factores conjugados que crean el clima de sugestión. La noche, por fin, después de tantos días de trabajo, de sol a sol. La noche preferida por el Cantar de los cantares (3,1; 5,2).

El pez o montón de grano sugiere belleza y fecundidad (Cant 7,3). Hasta ahora Boaz ha regalado de los frutos de su tierra: ¿no llegará el momento de sembrar en otra tierra? (Eclo 26,19-21).

3,2 Jdt 10,2.

3,7 Jue 19,5.

3,8 "Escalofrío" o estremecimiento de susto. "Se incorporó": significado dudoso.

3,9 Extender el manto es gesto de promesa matrimonial Ez 16,8. La "orla" o ruedo: véase "alas" en 2,12.

3,10 "Obra de caridad": o lealtad o piedad familiar. Casándose con un joven cualquiera del lugar, Rut dejaría perderse los nombres de Quilión y Elimélec. Boaz se siente además halagado por la elección de la joven.

3,11 "Mujer de cualidades" o hacendosa, como en Prov 12,4 y 31,10.

3,12 Dt 25,5-10.

3,15 Cubrir con el manto, llenar el manto de simiente: imposible sustraerse a las connotaciones matrimoniales.

3,17 Así Rut no vuelve con las manos vacías: 1,21.

RUT. CAPÍTULO 2.

El rico del pueblo.

1Noemí tenía, por parte de su marido, un pariente de muy buena posición llamado Boaz, de la familia de Elimélec.
2Rut, la moabita, dijo a Noemí:
-Déjame ir al campo, a espigar donde me admitan por caridad.
Noemí le respondió:
-Anda, hija.
3Se marchó y fue a espigar en las tierras, siguiendo a los segadores. Fue a parar a una de las tierras de Boaz, de la familia de Elimélec, 4y en aquel momento llegaba él de Bele´n y saludó a los segadores:
-¡A la paz de Dios!
Respondieron:
-¡Dios te bendiga!
5Luego preguntó el mayoral:
-¿De quién es esa chica?
6El mayoral respondió:
-Es una chica moabita, la que vino con Noemí de la campiña de Moab. 7Me dijo que la dejase espigar detrás de los segadores hasta juntar unas gavillas; desde que llegó por la mañana ha estado en pie hasta ahora, sin parar un momento.
8Entonces Boaz dijo a Rut:
-Escucha, hija. No vayas a espigar a otra parte, no te vayas de aquí ni te alejes de mis tierras. 9Fíjate en qué tierra siegan los homres y sigue a las espigadoras. Dejo dicho a mis criados que no te molesten. Cuando tengas sed, vete donde los botijos y bebe de lo que saquen los criados.
10Rut se echó, se postró ante él por tierra y le dijo:
-Yo soy una forastera, ¿por qué te he caído en gracia y te has interesado por mí?
11Boaz respondió:
-Me han contado todo lo que hiciste por tu suegra después que murió tu marido: que dejaste a tus padres y tu pueblo natal y has venido a vivir con gente desconocida. 12El Señor te pague esta buena acción. El Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte, te lo pague con creces.
13Ella dijo:
-Ojalá sepa yo agradarte, señor; me has tranquilizado y has llegado al corazón de tu servidora, aunque no soy ni una criada tuya.
14Cuando llegó la hora de comer, Boaz le dijo:
-Acércate, coge pan y moja la rebanada en la salsa.
Ella se sentó junto a los segadores, y él le ofreció grano tostado. Rut comió hasta quedar satisfecha, y todavía le sobró. 15Después se levantó a espigar, y Boaz ordenó a los criados:
16-Aunque espigue entre las gavillas, no la riñáis, y hasta podéis tirar algunas espigas del manojo y las dejáis; y no la reprendáis cuando las recoja.
17Rut estuvo espigando en aquel campo hasta la tarde; después vareó lo que había espigado y sacó media fanega de cebada. 18Se la cargó y marchó al pueblo. Enseñó a su suegra lo que había espigao, sacó lo que le había sobrado de la comida y se lo dio. 19Su suegra le preguntó:
-¿Dónde has espigado hoy con quién has trabajado? ¡Bendito el que se ha interesado por ti!
Rut le contó:
-El hombre con el que he trabajado hoy se llama Boaz.
20Noemí dijo a su nuera:
-Que el Señor te bendiga; el Señor, que no deja de apiadarse de vivos y muertos.
Y añadió:
-Ese hombre es pariente nuestro, uno de los que tienen que responder por nosotras.
21Entonces siguió Rut, la moabita:
-También me dijo que no me apartase de sus criados hasta que no le acaben toda la siega.
22Y Noemí le dijo:
-Hija, más vale que salgas con sus criadas, y así no te molestarán en otra parte.
23Así, pues, Rut siguió con las criadas de Boaz, espigando hasta acabar la siega de la cebada y del trigo. Vivía con su suegra.

Explicación.

2 Introduce un nuevo personaje y se concentra en su primer encuentro con Rut. El desarrollo es artificioso: Noemí y Rut -Boaz y los segadores - Rut y Boaz - Boaz y los segadores - Rut y Noemí.
2,1 Boaz es de la familia de Elimélec, el marido difunto de Noemí. ¿No podría ejercer la función del levirato vicariamente? Primero, respecto a Noemí; si no, quién sabe si con Rut. Si no es apto para el levirato, lo será al menos para el goelato (2,20). En las listas genealógicas de Israel, el nombre de Boaz ha alcanzado el renombre casi patriarcal: don que recibe el que supo dar.

2,2-3 Según Dt 24,19-22, el derecho a espigar corresponde a emigrantes, huérfanos y viudas. Boaz da a la ley una interpretación maximalista, haciendo trampa a favor de Rut.

2,3 Lv 23,22.

2,5 1 Sm 17,55.

2,6-7 Más que un informe, parece un testimonio. La frase final es dudosa.

2,8-14 Se encuentran el rico y la pobre: véanse Prov 14,20; 18,23; 22,2 y Eclo 13,1-23 (pesimista). Boaz es excepción. ¿Qué motivos lo impulsan? A lo mejor el parentesco reconocido o la compasión reforzada por el buen informe del mayoral; a lo mejor empiza a ablandársele el corazón. El narrador no analiza, deja actuar a los personajes.

2,8 "Escucha, hija": es curioso, quizá casual el parecido con Sal 45,11. "Hija mía" es título cariñoso, justificado quizá por la diferencia de edad.

2,9 El motivo de la bebida se explica simplemente en un país cálido (cfr. Prov 25,13). Pertenece también al repertorio de escenas amorosas: Rebeca, Raquel (gn 24 y 29).

2,10 Con un juego de palabras que se puede imitar así: has reconocido a una desconocida. Lv 19,33-34.

2,11-12 Resumen el movimiento de la incorporación. Rut ha dejado a sus padres (cfr. Gn 2,24 y Sal 45,11); ha dejado su nación (como Abrahán, Gn 12,1). Viene a un pueblo desconocido, a un Dios nuevo. El cual es capaz de pagar acciones precedentes. La "paga" se les promete en forma de fecundidad a Abrán y a Raquel (Gn 15,1 y Jr 31,16).

"Refugiarse bajo las alas" es fórmula de oración: Sal 17,8; 36,8; 57,2; 63,8. El hebreo kanap significa ala y también orla del manto.

2,13 Por tercera vez suena la fórmula de "hallar favor",  que responde a varios aspectos de una situación: pedir por favor, recibir por caridad, agradecer un favor. Lo contrario de demandar justicia o reclamar un derecho. Rut entra en el pueblo judío en régimen de favor, y Boaz es el dispensador. "Hablar al corazón" se usa también en contextos amorosos (Os 2,16; Is 40,1). La frase final es ambigua, depende del tono: "no soy siquiera una de tus criadas", expresando humildad; "no soy una criada más de las tuyas", con mirada más altas.

2,14 La palabra "pan" cobra densidad por la localidad y por el contexto (1,6). El "grano tostado" es una distinción especial y pública.

2,17 Media fanega es una cantidad extraordinaria para una espigadora en una jornada de trabajo.

2,18-22 Dos ignorancias se resuelven por casualidad. Rut no sabe que Boaz es pariente; Noemí no sabe dónde ha espigado la nuera. Eso permite la declaración triunfal de Rut. Triunfal e inocente. ¿Recibe la suegra la noticia con la misma inocencia? Su actuación posterior da a entender que no. En el ánimo de Noemí han caído unos gérmenes que harán pensar y esperar y planear.

2,19 Primer germén: "se ha interesado".

2,20 Segundo: en la acción benéfica se ha revelado la piedad del Señor. "vivos y muertos": es decir, de los descendientes de los muertos; lo que prometió y queda a deber a los padres, lo cumple y paga a los hijos (cfr. Eclo 3,14).

Tercero: es pariente y legalmente goel: a él toca salir por ellas. Veremos en el último capítulo que Noemí poseía un terreno; al llegar durante la siega, lo encontraría en barbecho. ¿Lo podrán cultivar las dos solas?
 

RUT. CAPÍTULO 1.

La muchacha forastera

11En tiempo de los Jueces hubo hambre en el país, y un hombre emigró, con su mujer y sus dos hijos, desde Belén de Judá a la campiña de Moab. 2Se llamaba Elimélec; su mujer, Noemí y sus hijos, Majlón y Kilión. Eran efrateos, de Belén de Judá. Llegados a la campiña de Moab, se establecerion allí.
3Elimélec, el marido de Noemí, murió, y quedaron con ella sus dos hijos, 4que se casaron con dos mujeres moabitas: una se llamaba Orfá y la otra Rut. Pero al cabo de diez años de residir allí, murieron también los dos hijos, Majlón y Kilión, y la mujer se quedó sin marido y sin hijos.
6Al enterarse de que el Señor había atendido a su pueblo dándole pan, Noemí con sus dos nueras emprendió el camino de vuelta desde la campiña de Moab. 7En compañía de sus dos nueras salió del lugar donde residía, y emprendieron el regreso al país de Judá. 8Noemí dijo a sus dos nueras:
-Andad, volveos cada una a vuestra casa. Que el Señor os trate con piedad, como vosotras lo habéis hecho con mis muertos y conmigo. 9El Señor os conceda vivir tranquilas en casa de un nuevo marido.
Las abrazó. Ellas, rompiendo a llorar, 10le replicaron:
-¡De ningún modo! Volveremos contigo a tu pueblo.
11Noemí insistió:
-Volveos, hijas. ¿A qué vais a venir conmigo? ¿Creéis que podré tener más hijos para casaros con ellos? 12Andad, volveos, hijas, que soy demasiado vieja para casarme. Y aunque pensara que me queda esperanza, y me casara esta noche, y tuviera hijos, 13¿vais a esperar a que crezcan, vais a renunciar, por ellos, a casaros? No, hijas. Mi suerte es más amarga que la vuestra, porque la mano del Señor se ha desatado contra mí.
14De nuevo rompieron a llorar. Orfá se despidió de su suegra y volvió a su pueblo, mientras que Rut se quedó con Noemí.
15Noemí le dijo:
-Mira, tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a su dios. Vuélvete tú con ella.
16Pero Rut contestó:
-No insistas en que te deje y me vuelva.
A donde tú vayas, iré yo;
donde tú vivas, viviré yo;
tu pueblo es el mío,
tu Dios es mi Dios:
17donde tú mueras, allí moriré
y allí me enterrarán.
Sólo la muerte
podrá separarnos, y si no,
que el Señor me castigue.
18Al ver que se empeñaba en ir con ella. Noemí no insistió más. 19Y siguieron caminando las dos hasta Belén. Cuando llegaron, se alborotó toda la población, y las mujeres decían:
-¡Si es Noemí!
20Ella corregía:
-No me llaméis Noemí*. Llamadme Mara*, porque el Todopoderoso me ha llenado de amargura. 21Llena me marché, y el Señor me trae vacía. No me llaméis Noemí, que el Señor me afligió, el Todopoderoso me maltrató.
22Así fue como Noemí, con su nuera Rut, la moabita, volvió de la campiña de Moab. Empezaba la siega de la cebada cuando llegaron a Belén.

Explicación.

1,1-18 Se plantean varios motivos centrales y algunas circunstancias funcionales: la época, la topografía, personajes, institución legal.
a) Época. El autor parece remontarse a un tiempo remoto; su comienzo sabe a ficción. Si el autor escribe a la vuelta del destierro, encuentra más congenial con su situación la época de los Jueces; desde ella podrá hablar en clave a sus contemporáneos. En tal suposición, piensa en las etapas de paz y justicia (cfr. Is 1,26), no en las belicosas o de anarquía (cfr. Jue 17-21).

Hambre y carestía eran una de las calamidades periódicas de una cultura agraria de supervivencia, en un territorio no muy favorable por lluvias y manantiales (a pesar de Dt 8,7 y 10,10-11). Es paradójico que en Casa Pan (Bet Lehem) falte el pan. Se vacía para dar paso a una nueva plenitud.

b) Lugar. Moab: en tiempos de los Jueces fue uno de los opresores de turno (Jue 3); fue el lugar de la última actividad de Moisés. Puede simbolizar cualquier destierro no definitivo. Belén está escogido por su relación con David; es curioso que no asome el pastoreo, todo es agrícola.

1,2 Elimélec es nombre teofórico (=Mi Dios es Rey). Quizá contenga una punta polémica frente a Abimélec (=Mi Padre es Rey; Jue 10), intento fracasado de monarquía hereditaria. Majlón procede de la raíz "estar enfermo"; Quilión, de la raíz "consumirse". Su función narrativa es morirse a tiempo e instaurar una situación legal.

1,4 El autor no reprueba esas bodas; no parece tomar su muerte prematura como castigo de Dios. Se distancia o se opone a la legislación de Dt 7,3; 23,4 y a la práctica de Esd 9,1-2 y Neh 13,23-25.

1,5 Sin marido y sin hijos es situación de gran abandono, como indican Is 47,8-9; 51 y Lam. Noemí puede simbolizar una comunidad destituida. Además, comienza a plantearse el tema del levirato, que abarca a la suegra y a las nueras.

1,6-7 El camino de vuelta a Belén es como una repatriación. "Había atendido": es el mismo verbo que se lee en Ex 3,16; 4,31; 13,19; Sod 2,7. "Dándoles pan": consuena con el nombre de Belén.

1,8-18 La importancia de esta escena reside en la elección libre de los personajes. Dos extranjeras se enfrentan con una elección que parece doméstica y es histórica. Orfá vuelve a su patria, a su familia, a su Dios; Rut se incorpora a Israel; Orfá queda fuera del curso histórico, Rut se arroja a él. Los extranjeros pueden incorporarse, si quieren (cfr. Is 56,3-8).

1,8 Lealtad con el prójimo, piedad con familiares ocupan un ámbito más profundo y más ancho que una institución legal. La han practicado hasta ahora con Noemí y pueden seguir practicándola con una nueva familia. No es acción mala volverse; y si subsistía algún vínculo, Noemí las desliga de él.

1,9 "Conceda" es en hebreo el mismo verbo que "dar". Noemí se lo atribuye a su Dios, no al de ellas.

1,10 La primera respuesta, si bien testimonio valioso de adhesión personal, es reacción emotiva; no es todavía la elección lúcida con plena conciencia.

1,11-13 Prespupone la ley del levirato: si un hombre casado muere sin dejar hijos, un hermano se casará con la viuda y al primer hijo que nazca le dará el nombre del difunto. Noemí acepta su suerte no sin cierta amargura: no quiere imponérsela a las nueras. Su dolor es como el de Jerusalén viuda que ve muertos a sus hijos (Lam 1,4; 3,15).

1,15 Con la invitación a Rut, Noemí se dispone a apurar la copa de su soledad.

Son el momento culminante del capítulo y pauta para comprender toda la historia: Rut entra en el pueblo y la religión de Noemí. Sus palabras, solemnes y ritmadas, son juramento de lealtad a una pariente; desprendidas del contexto, significan el juramento de cualquier proxélito (cfr. Zac 8,23).

Ha llegado el momento en que el Dios de Israel está dispuesto a ser el Dios de otros, con tal de que se incorporen al pueblo de la alianza. La "muerte": véase 2 Sm 1,23.

1,16 2 Sm 15,21; Dt 23,4.

1,20 No me llaméis Noemí,
llamadme Mara,
porque el Todopoderoso
me llenó de amargura.
* = Hermosa; Amarga.
1,21 Llena me marché,
vacía me trajo el Señor
¿Por qué me llamáis Noemí,
si el Señor me ha afligido,
el Todopoderoso me ha maltratado?

El capítulo concluye con una escena coral. Su nombre, pronunciado por las vecinas, provoca un juego de palabras que se podría imitar en castellano: No me llaméis Agraciada, sino Desgraciada; o con más color: No me llaméis María Gracia, sino María Dolores. El texto es muy rítmico, como para una declamación.
"Vacía": si Noemí representa a la comunidad repatriada, el vacío tendrá que llenarse. Los israelitas salieron de Egipto cargados de dones (Ex 12,36); no hay que despedir al esclavo "con las manos vacías" (Dt 15,13) ¿Qué función histórica tiene ese vacío provocado por Dios? 8cfr. 2 Re 8,1-6).




LECTURAS DEL LIBRO DE RUT.

a) Como relato entretenido, bien contado, de grata ingenuidad. Pero no cmo relato de amor: el tema amoroso es en el AT tema de la lírica más que de la narrativa. Es un relato edificante sobre fondo legal, que exalta virtudes humanas: espíritu de sacrificio, laboriosidad, solidaridad. No hay buenos y malos. Los hay menos buenos para que otros se muestren más buenos. Hay pobres y ricos que conviven sin estridencias.

b) Lectura davídica. Belén era la patria de David (no Jerusalén; cfr. Miq 5,1), Judá su tribu. En Moab se refugió la familia de David, cuando andaba huido (1 Sm 22,3-4). Aunque David nunca lleva el título de goel, es oficio que compete al rey ideal, según Sal 72,12-14. ¿No está Boaz prefigurando la misión del rey davídico? La bendición de los concejales (4,11-12) exalta la dinastía davídica: tan importante como cualquiera de las tribus, como todas juntas, es la Casa de David, digna correspondencia de la Casa de Israel. La genealogía al final del libro subraya esta lectura.

Esto vale para una lectura histórica y para una escatología de la dinastía davídica.

c) Lectura simbólica. El relato está lleno de valencias simbólicas. El símbolo comporta un superávit de sentido, no es un sentido alternativo. En cuanto valencia, no se puede afirmar que el autor la haya actualizado. Las más notables son: la relación mujer - tierra, la mujer como representante de la comunidad.

Las valencias quedan depositadas y disponibles en el texto, y le permiten desprenderse de su contexto original y trasladarse a nuevos contextos.

d) Parábola del destierro y la repatriación. Se apoya en el esquema: emigración a Moab - vuelta a Belén. Tiene en cuenta textos de las Lamentaciones y de Is 40-66:

Se ha quedado viuda la primera de las naciones (Lam 1,1). Judá marchó al destierro... hoy habita entre gentiles (1,3). La ciudad de Sión ha perdido toda su hermosura (1,6). Se me revuelve dentro el corazón de tanta amargura (1,20). Pero tú, Señor, eres rey por siempre (5,19).

Uso simbólico de la viuda desterrada, que pierde su hermosura y sufre su amargura. En el libro de Rut no se habla de pecado ni de enemigo exterior.

Is 54,4 No temas, no tendrás que avergonzarte...
            ya no recordarás la afrenta de tu viudez.

51,18  Entre los hijos que crió
           no hay quien la lleve de la mano

49,21  Tú dices: ¿Quién me engendró a éstos?
           Yo, sin hijos y estéril, ¿quiénlos ha criado?

56,3.8  (incorporación del extranjero)

57,13 Quien se refugia en mí tendrá una heredad en el país

55,3-5  Un pueblo que no te conocía (a David)
            correrá hacia ti, por el Señor tu Dios.

En el mundo espiritual del destierro inminente (Jeremías), o consumado (Lamentaciones), y del retorno, encaja bien el relato de Rut. Lo cual no prueba que sean contemporáneos. Noemí podría representar a la comunidad judía: antes madre fecunda, ahora viuda y sin hijos; anteshermosa y feliz, ahora desgraciada, desterrada y volviendo vacía; y con todo, puede esperar un futuro dichoso de fecundidad en su tierra.

e) Lectura escatológica. Se repite el esquema básico de destierro o diáspora y retorno, de vacío y plenitud. La mujer personifica a la comunidad; la esperanza se proyecta hacia el futuro indefinido. Todavía el pueblo escogido, la comunidad del Señor, es fecunda. Todavía la tierra dará sus frutos. Todavía esperamos al nuevo David, que entronca con Jesé y hunde sus raíces en Belén de Judá. Incluso paganos se incorporarán al pueblo, testigo y misionero del Señor. Estos tiempos presentes son como una nueva época de los Jueces, prólogo de la monarquía. Y, aunque no tenemos rey, seguimos pronunciando un nombre, Elimelec = Mi Dios es rey.

De ahí es fácil el salto a la escatología realizada: Belén patria de Jesús, el Mesías. Así lo ha visto la liturgia, los Santos Padres, nuestros autos sacramentales y algunos poetas modernos.

RUT. INTRODUCCIÓN. AUTOR, FECHA, VALOR HISTÓRICO.

Ni conocemos al autor ni tenemos medios para adivinarlo. Tampoco sabemos con certeza la fecha de composición. Algunos indicios hacen pensar en una composición tardía, otros, en un origen antiguo.

La legislación sobre levirato y goelato puede apuntar a una época en que las prácticas legales todavía estaban poco formalizadas; o a una época en que el rigor legal ha cedido y varios detalles son recuerdo arcaico. La actitud frente a matrimonios con extranjeras es liberal, como en textos antiguos; o bien puede ser polémica frente a la reforma de Esdras y Nehemías. La historia se sitúa en el pasado, en tiempo de los Jueces: puede ser el modo de hablar durante la monarquía, o bien un intento de enlazar con el pasado remoto un presente en que ya no hay monarquía. El interés por David, su patria y su tribu puede sugerir una actitud contra la casa de Saúl o el reino septentrional, en tiempo de la monarquía; o bien puede ser recuerdo nostálgico en tiempos de desolación y de esperanza.

En conclusión, el análisis interno del libro no permite su datación. Entre los comentaristas acutales predomina la datación tardía, postexílica, que define el sentido. A falta de certeza o sólida probabilidad ofreceré alternativas de lectura.

La misma incerteza reina sobre el valor histórico. Si bien el relato es verosímil, la mayoría de los comentaristas lo consideran hoy un relato de ficción.

RUT. INTRODUCCIÓN. SENTIDO RELIGIOSO.

La actuación de Dios es discreta. La primera mención llega en forma de noticia, o sea, por la reacción humana que registra un hecho, la buena cosecha, y lo interpreta: "el Señor había atendido a su pueblo".

Dios es el dador. El que dio la palabra-promesa a los patriarcas, dio la tierra a sus descendientes; el que dio la tierra, da la lluvia y con ella la cosecha. Así la tierra, bendecida por Dios, tira de los emigrantes que hubieron de abandonarla cuando se mostraba inclemente. Es el itinerario de Abrahán que vuelve de Egipto, de Jacob que vuelve de Jarán; de cuantos vuelvan de un destierro.

El don de Dios se actualiza después por dos caminos: la legislación social de Israel y el sentimiento de lealtad. Al final del relato, Dios recobra el protagonismo explícito: "hizo que Rub concibiera". A la fertilidad de la tierra responde la fecundidad humana: dos promesas patriarcales. Dios actúa en silencio, sin milagros: es el protector de viudas, Noemí y Rut.

El destierro de una "madre" israelita, sirve para atraer a una extranjera familia, a la tierra, al Dios del pueblo. No se opone una ley de segregación (Esd 10). Es tarea misionera por cauces humanos. Los personajes viven su sentido religioso sin expresiones de culto.

RUT. INTRODUCCIÓN. AMOR Y LEALTAD.

Sobre el fondo legal se cierne el amor, despertado en forma de curiosidad, de interés, de inclinación, de halago; atizado en una provocación. Pero incluso el amor no está exento de obligaciones legales. El relato no es un idilio. El mundo encantado del Cantar de los Cantares no se vislumbra aquí: no hay jardín, sino era; no hay contemplación mutua, sino medidas prácticas; no hay diálogos tiernos, sino llamada a los deberes. Rut será una buena ama de casa y dará un hijo: es lo más importante.

La virtud de la lealtad se sobrepone a todo. La lealtad de Rut a su suegra no está legislada ni es acto interesado ni efecto de una atracción. La lealtad de Boaz a sus parientes entrelaza sus actos legales con un sentimiento apuntado. La lealtad humana es reflejo de la divina; no menos que el amor, es fecunda.

RUT. INTRODUCCIÓN. EL FONDO LEGAL.

Dos instituciones legales, expresión de la solidaridad ciudadana, sujetan con fuerza el relato: el levirato, que pretende salvar el nombre de un difunto y la soledad de una viuda, y el goelato, que se ejercita en rescatar para la familia campos, para las personas la libertad. Una institución legal subordinada es el derecho de los pobres a espigar. Una práctica legal importante es el matrimonio con extranjeras y la incorporación de extranjeros a la comunidad de Israel.

Sobre el levirato legisla Dt 25,5-10. Sobre el goelato véase Lv 25,23-43. Sobre el derecho a espigar véanse Lv 19,9-10; 23,22 y Dt 24,19-22. El goelato es función obligatoria del pariente, no es simple limosna ni pura compasión; es función del rey (Sal 72) y del Señor (Is 40-55). Noemí toma el término en sentido amplio. La raíz domina el relato:

verbo: 3,13; 4,4 tres veces; 4,6 dos veces.

participio: 2,20; 2,9.12 bis; 4,1.3.6.8.14.

sustantivo: 4,6.9.

Noemí, aun durante su ausencia, ha conservado la propiedad de los terrenos familiares; a la vuelta, forzada quizá por la necesidad, los pone en venta. A los bienes familiares pertenece también Rut, por su boda con el difunto Quilión. Tierra y mujer forman un lote inseparable: en el terreno familiar se ha de perpetuar el nombre del difunto Elimelec.

RUT. INTRODUCCIÓN. PERSONAJES.

a) Se destacan tres personajes principales: Noemí, Rut, Boaz. Dos mujeres y un hombre. El autor se complace en dar más relieve a los personajes femeninos, según la tradición patriarcal (Rebeca, Tamar), de los Jueces (Débora, Jael), que continuará y se ampliará (Judit, Ester).

En segundo plano figuran dos personajes que se retiran: Orfá y el Fulano anónimo. Son personajes dialécticos que sirven para realzar por contraste las figuras principales, para presentar el tema de la elección humana con sus consecuencias.

En tercer plano distinguimos la presencia coral: los vecinos, los segadores y las espigadoras, los concejales, las mujeres de Bele´n.

b)Noemí es la actora principal: pone en marcha la acción y al final recibe matriarcalmente al nieto. En el centro, ella urde la trama: es el punto de partida y de retorno. Ella reconoce y calla, interpreta, da órdenes y espera, provoca la reacción de Boaz. Define la situación legal, adivina, sentimientos apenas confesados, infunde confianza.

Rut tiene su intervención más intensa al principio (1,16), cuando decide quedarse con la suegra. Después ejecuta puntualmente órdenes, aunque sean extrañas y peligrosas. Otras cualidades se escuchan de informes o reacciones ajenas. No se dice que sea bella, sino laboriosa (cfr. Prov 31,10-31).

Boaz es rico, maduro, quizá otoñal. Es bueno, generoso, comprensivo. Si sabe afrontar con decisión sus obligaciones legales, las desborda con su solidaridad. Por él se realiza el espíritu de la ley, más allá de la letra. Es además el mediador de la generosidad divina: es el dador humano que de Dios ha recibido la lección de dar y los bienes de que dar. De ahí pasará a dar un hijo a su primo, un nieto a Noemí, una casa ilustre a Israel.

El personaje Dios actúa con suma discreción y por sus mediadores. El dar se dice de Dios (1,6-9 y 2,11-12), y de los hombres (3,17 y otros sinónimos); la lealtad, de Dios (1,8; 2,20) y de los hombres (1,8; 3,10); las alas / orla, kanap, de Dios (2,12), de Boaz (3,9); el pan, de Dios (1,6) y de Boaz (2,14); la bendición, de Dios (2,4), de los hombres (1,8; 2,12.19-20; 3,10; 4,14-15).

RUT. INTRODUCCIÓN. LA NARRACIÓN.

a) El breve libro de Rut, cinco páginas, está considerado como una de las obras maestras de la narrativa hebrea. Para nuestros usos es un relato en extremo breve, apenas un cuento. Para la tradición hebrea, se sitúa entre el relato breve al estilo de algunos de Jueces o Samuel y la narración amplia de José, Tobías, Judit.

Las coordenadas concentran y tensan el relato. La topografía es elemental: Moab localiza la introducción y pasa pronto a la lejanía recordada; el resto se desenvuelve enla aldea de Belén. En cuanto al tiempo, salvo la introducción recordada, todo sucede en un día, una noche y una mañana, saltando tiempos intermedios.

Ni la sustentación narrativa está desarrollada ni los personajes son analizados. Muchas circunstancias se suponen conocidas de los lectores. El patetismo se concentran en algunas frases y unas pocas lágrimas, el júbilo estalla en breves felicitaciones. Todo el relato discurre bajo el signo de la contención. Pero la sencillez es uno de los atractivos del relato; algo así con Gn 24.

b) El autor construye sabia y discretamente su relato. Se puede reducir a cuatro escenas centrales, con su respectivo cortejo de preparación, desenlace parcial y pasajes de enlace. El sucederse de las escenas es lineas, en sugestiva alternancia: no sería difícil transformar la narración en un drama en cuatro actos.

La primera escena es la vuelta: se detiene y culmina en la despedida. Tres personajes y un final coral. La segunda escena, al día siguiente, en el campo de Boaz, durante la siega. Una parada para el encuentro de Rut con Boaz sobre un discreto fondo coral. La tercera escena es muy sugestiva: de noche, en la era, en la soledad buscada. Termina abierta a la expectación. La cuarta escena sucede a la mañana siguiente, en la plaza del pueblo, con amplia presencia e intervención coral. El nacimiento del primer hijo es el desenlace, coreado por hombres y mujeres. Y por el lector israelita.

c) En la narración predominan las partes habladas sobre la pura acción: ello permite mostrar mejor a los caracteres y enunciar el sentido de los hechos. Porque la inlocución de los personajes es variada: declaran, hacen profesión, desafían, felicitan. El relato resulta así más dramático. Dentro de la sobriedad, la obra contiene en germen múltiples elementos que el arte narrativo y dramático sabrá desarrollar más tarde.

El autor recrea un ambiente aldeano, donde todos se conocen y comparten la vida. El tiempo está medido por las faenas agrícolas, y desemboca en el tiempo de la fecundidad humana. En ese ambiente se desarrolla el proceso de la desdicha a la dicha, del vacío a la plenitud.