martes, 6 de diciembre de 2016

RUT. CAPÍTULO 3.

La noche en la era

31Un ´día su suegra le dijo:
2-Hija, tengo que buscarte un hogar donde vivas feliz. Resulta que Boaz, con cuyas criadas has estado trabajando, es pariente nuestro. Esta noche va a aventar la parva de cebada. 3Tú lávate, perfúmate, ponte el manto y baja a la era. Que no te vea mientras come y bebe. 4Y cuando se eche a dormir, fíjate dónde se acuesta; vas, le destapas los pies y te acuestas allí. Él te dirá lo que has de hacer.
5Rut respondió:
-Haré todo lo que me dices.
6Después bajó a la era e hizo exactamente lo que le había encargado su suegra.
7Boaz comió, bebió y le sentó bien. Luego fue a acostarse a una orilla del pez de cebada. Rut se acercó de puntillas, le destapó los pies y se acostó.
8A medianoche el hombre sintió un escalofrío, se incorporó y vio una mujer echada a sus pies.
9Preguntó:
-¿Quién eres?
Ella dijo:
-Soy Rut, tu servidora. Extiende tu manto sobre tu servidora, pues a ti te toca responder por mí.
10Él dijo:
-El Señor te bendiga, hija. Esta segunda obra de caridad es mejor que la primera, porque no te has buscado un pretendiente joven, pobre o rico. 11Bien, hija, no tengas miedo, que haré por ti lo que me pidas; pues ya saben todos los del pueblo que eers una mujer de cualidades. 12Es verdad que a mí me toca responder por tí, pero hay otro pariente más cercano que yo. 13Esta noche quédate aquí, y mañana por la mañana, si él quiere cumplir su deber familiar, que lo haga enhorabuena; si él no quiere, lo haré yo, ¡vive Dios! Acuéstate hasta la mañana.
14Ella durmió a sus pies hasta la mañana, y se levantó cuando la gente todavía no llega a reconocerse (pues Boaz no quería que supiesen que la mujer había ido a la era).
15Boaz le dijo:
-Trae el manto y sujeta fuerte.
Le midió seis medidas de cebada, la ayudó a cargarlas y Rut volvió al pueblo. 16Al llegar a casa de su suegra, ésta le preguntó:
-¿Qué tal, hija?
Rut le contó lo que Boaz había hecho por ella, 17y añadió:
-También me regaló estas seis medidas de cebada, diciéndome: <<No vas a volver a casa de tu suegra con las manos vacías>>.
18Noemí le dijo:
-Estate tranquila, hija, hasta que sepas cómo se resuelve el asunto; que él no descansará hasta dejarlo arreglado hoy mismo.

Explicación.

Está para acabar la siega de la cebada y llega el tiempo de aventar. Los aldeanos se tumban en sus respectivas parvas, cubiertos con una manta contra el relente. Uno vela y da la alarma cuando se alza el viento. Los labradores y sus criados empuñan las horcas y van lanzando al aire el grano trillado para que el aire aleje la paja. Es posible que el hombre rico duerna en su parva aparte, dejando el trabajo a los braceros.

Noemí aprovecha la sazón para su oficio de casamentera. Tiene un plan anómalo y peligroso. Lo normal habría sido hablar con Boaz, recordándole su obligación. Le parece más seguro precipitar lo que ha visto madurar: Rut, sin intermediarios, hablará con más persuasión. Las intenciones de Noemí no son "románticas", según una mentalidad moderna, sino interesadas, calculadas. No pretende la deshonra de la nuera ni quiere comprometer con un desliz al que quiere por yerno. Desea enfrentarlo con la decisión final. Durante la cosecha se ha mostrado Boaz amable y generoso; hora es de que dé el ultimo paso, como lo pide la ley. A Rut le pide Noemí que cumpla las instrucciones sin escrúpulos.

El relato de esta noche junta sugestión con ironía. Me refiero a la ironía del narrador respecto a los lectores (este capítulo se saltaba en las lecturas públicas monacales). Acumula expresiones de posible sentido sexual, azuza la expectación del lector y al final le hace saber que no ha pasado nada. Baño y perfume son como los de la novia el día de la boda (Ez 16,9; es el recurso de Jdt 10); el verbo "acostarse" reiterado; el doble sentido de "pies", eufemismo corriente; el acompañar la cena bebiendo vino (Jdt 12, 17-20); el escalofrío o estremecimiento del hombre dormido. ¿Qué falta? -Falta todo, señores, aquí no ha pasado nada.

La noche y la era: dos factores conjugados que crean el clima de sugestión. La noche, por fin, después de tantos días de trabajo, de sol a sol. La noche preferida por el Cantar de los cantares (3,1; 5,2).

El pez o montón de grano sugiere belleza y fecundidad (Cant 7,3). Hasta ahora Boaz ha regalado de los frutos de su tierra: ¿no llegará el momento de sembrar en otra tierra? (Eclo 26,19-21).

3,2 Jdt 10,2.

3,7 Jue 19,5.

3,8 "Escalofrío" o estremecimiento de susto. "Se incorporó": significado dudoso.

3,9 Extender el manto es gesto de promesa matrimonial Ez 16,8. La "orla" o ruedo: véase "alas" en 2,12.

3,10 "Obra de caridad": o lealtad o piedad familiar. Casándose con un joven cualquiera del lugar, Rut dejaría perderse los nombres de Quilión y Elimélec. Boaz se siente además halagado por la elección de la joven.

3,11 "Mujer de cualidades" o hacendosa, como en Prov 12,4 y 31,10.

3,12 Dt 25,5-10.

3,15 Cubrir con el manto, llenar el manto de simiente: imposible sustraerse a las connotaciones matrimoniales.

3,17 Así Rut no vuelve con las manos vacías: 1,21.

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